Los Mandamientos de la Uchuva
Estos diez preceptos sagrados guían a los miembros de la Hermandad en su veneración y conexión con la fruta divina.
Veneración de la Fruta Sagrada
La uchuva será honrada como el fruto divino que conecta los mundos visibles e invisibles. Su forma esférica representa la perfección del universo.
Cultivo Ritual
El cultivo de la uchuva debe realizarse siguiendo los ciclos lunares. La siembra se iniciará durante la luna creciente, y la cosecha solo durante la luna llena.
Consumo Ceremonial
La primera uchuva de cada cosecha debe ser consumida en silencio, con los ojos cerrados, visualizando la luz dorada que emana de su interior.
Preservación del Conocimiento
Los secretos de la uchuva deben ser transmitidos oralmente de maestro a discípulo. Solo los textos cifrados pueden contener las enseñanzas más profundas.
Respeto por la Cáscara
La cáscara que envuelve la uchuva es sagrada. Debe ser removida con delicadeza y devuelta a la tierra como ofrenda.
Meditación Dorada
Todo iniciado debe meditar diariamente visualizando una uchuva en el centro de su frente, expandiendo su luz dorada hasta envolver todo su ser.
Prohibición del Desperdicio
Ninguna parte de la uchuva debe ser desperdiciada. Sus semillas, pulpa y cáscara tienen propósitos sagrados en los rituales de la Hermandad.
Silencio ante los No Iniciados
Ante aquellos que no pertenecen a la Hermandad, la uchuva será tratada como una simple fruta. Los poderes místicos solo se revelan a los dignos.
Peregrinación a la Tierra Sagrada
Todo miembro debe realizar al menos una peregrinación en su vida a los campos ancestrales donde la primera uchuva sagrada fue descubierta.
Propagación Consciente
Es deber de cada miembro plantar al menos tres plantas de uchuva en su vida, asegurando que el legado y la sabiduría de la fruta sagrada perduren.
"Quien sigue estos mandamientos con devoción, encontrará en la uchuva no solo una fruta, sino un camino hacia la iluminación."
— El Primer Guardián de la Semilla