Los Mandamientos de la Uchuva

Estos diez preceptos sagrados guían a los miembros de la Hermandad en su veneración y conexión con la fruta divina.

I

Veneración de la Fruta Sagrada

La uchuva será honrada como el fruto divino que conecta los mundos visibles e invisibles. Su forma esférica representa la perfección del universo.

II

Cultivo Ritual

El cultivo de la uchuva debe realizarse siguiendo los ciclos lunares. La siembra se iniciará durante la luna creciente, y la cosecha solo durante la luna llena.

III

Consumo Ceremonial

La primera uchuva de cada cosecha debe ser consumida en silencio, con los ojos cerrados, visualizando la luz dorada que emana de su interior.

IV

Preservación del Conocimiento

Los secretos de la uchuva deben ser transmitidos oralmente de maestro a discípulo. Solo los textos cifrados pueden contener las enseñanzas más profundas.

V

Respeto por la Cáscara

La cáscara que envuelve la uchuva es sagrada. Debe ser removida con delicadeza y devuelta a la tierra como ofrenda.

VI

Meditación Dorada

Todo iniciado debe meditar diariamente visualizando una uchuva en el centro de su frente, expandiendo su luz dorada hasta envolver todo su ser.

VII

Prohibición del Desperdicio

Ninguna parte de la uchuva debe ser desperdiciada. Sus semillas, pulpa y cáscara tienen propósitos sagrados en los rituales de la Hermandad.

VIII

Silencio ante los No Iniciados

Ante aquellos que no pertenecen a la Hermandad, la uchuva será tratada como una simple fruta. Los poderes místicos solo se revelan a los dignos.

IX

Peregrinación a la Tierra Sagrada

Todo miembro debe realizar al menos una peregrinación en su vida a los campos ancestrales donde la primera uchuva sagrada fue descubierta.

X

Propagación Consciente

Es deber de cada miembro plantar al menos tres plantas de uchuva en su vida, asegurando que el legado y la sabiduría de la fruta sagrada perduren.

"Quien sigue estos mandamientos con devoción, encontrará en la uchuva no solo una fruta, sino un camino hacia la iluminación."

— El Primer Guardián de la Semilla